¿cómo vencer la timidez para invitar a una chica a salir?..
..Aunque no exista una fórmula fija para esta tarea, si logramos entender la dinámica de este proceso nos será más fácil tener más confianza en nosotros mismos y vencer el miedo al rechazo.
Primero que nada, ese miedo al rechazo o la burla nos paraliza. Terror infundado, porque se nos olvida que la persona al otro lado de la frase también es un ser humano, insegura como nosotros, y que muy posiblemente se sienta halagada con la petición. Pero sabemos que esto no es suficiente para tranquilizarnos, y nos cuesta muchísimo pronunciar frases como:
“¿Te gustaría salir conmigo a cenar? (O a bailar, o a un concierto…)”
Fíjense la forma como está estructurada la frase. Es directa y simple; la hemos armado con el fin de hacer el “trago” lo más rápido y cortante posible… arriesgándonos a recibir una fácil negativa por parte del objeto de nuestro afecto. Porque ¡Muy distinto es invitar a alguien a salir, que pedirle que salga con nosotros…! En el ejemplo más arriba, estamos arriesgándonos a que la chica conteste sin pensar con una excusa fácil. Podríamos decir que tenemos una probabilidad del 50% de éxito… ¿Qué tal si subimos un poco ese margen?
Comparemos ahora con la siguiente frase:
“¿Sabes? El ´Salmón Feliz´ es el mejor Sushi Bar de Valencia. ¿Te gustaría acompañarme este sábado?”
Vamos mejorando, en el sentido que estamos evadiendo el verbo “salir” (que es como muy formal), por “acompañarme”, mucho más ligero y sin compromiso, aligerándolo con las palabras “¿te gustaría?”, lo cual implica que si la respuesta es “NO”, se estaría afirmando literalmente “NO ME GUSTARÍA”, lo cual puede ser un poco hiriente. De esta manera estamos forzando la respuesta hacia el sí… o al menos, a que busquen una excusa realmente buena.
Veamos ahora este ejemplo:
“¿Sabes? El ´Salmón Feliz´ es el mejor Sushi Bar de Valencia. El sábado vamos a ir un grupo de amigos allí, ¿Te animas a acompañarnos?”
Bastante mejor, pero un gran inconveniente: Los amigos son tuyos, no de ella, por lo que incluirlos en la ecuación, más que disfrazar tus intenciones las entorpece. Dejemos los amigos para el fútbol y las películas de acción, ¿Vale?
Una última fórmula, que quizá nos sea mucho más útil:
- “¿Sabes? El ´Salmón Feliz´ es el mejor Sushi Bar de Valencia. Me gustaría que fuéramos este sábado”
- “¿Sabes? El ´Salmón Feliz´ es el mejor Sushi Bar de Valencia. Me gustaría que me acompañaras este sábado”
¿Viste la diferencia? primero que nada, estamos desterrando el formato de pregunta de nuestra propuesta. Estamos hablando con mucha más seguridad, por tanto su respuesta deberá ser mucho más elaborada. Pero, ¿Cuál es la diferencia entre ambas? si dices “Me gustaría que fuéramos” estás dejando su voluntad un poco por fuera. En cambio, al decir “Me gustaría que me acompañaras”, le estás indicando literalmente que disfrutarías de su compañía (¿Verdad que suena mucho mejor?). Te aseguro que tus probabilidades de éxito en este caso serán mucho mayores que ese 50% original.
Recuerda que la seducción no son fórmulas estáticas, pero podemos aprender a hablar para maximizar nuestro éxito con el sexo opuesto..
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